lunes, 31 de agosto de 2009

Por haber creido que amar era el verbo más bello...

“Quiero que me digas amor, que no todo fue naufragar, por haber creído que amar era el verbo más bello, dímelo, me va la vida en ello”
L. E. Aute.

Cuando al fin abrí los ojos y vi que estaba sólo. Cuando comprendí que el verbo es acción y no retirarse a una isla solitaria. Cuando me dijeron que me esperaste impasible en tu banco de la plaza, maldiciendo mil veces mi naufragio, mi intensa cabezonería. Cuando me enteré que mi retiro en vez de acercarme a ti me había separado de forma inexorable. Cuando te perdí por esperarte, entonces maldecía mil veces mi ceguera…

Pero no quiero oírte decir, que todo fue naufragar, porque el sabor a cactus de tus besos sigue reverberando en mis labios, porque los escalofríos lenguados siguen clavados impertérritos en tu cuello. Porque los reinos que conquistamos cuerpo a cuerpo, gota a gota de sudor no podrán arrebatárnoslos…

Y que importa que me digas que no llegué a tiempo, que me pasé demasiado rato dando vueltas sin cruzar el porche donde me esperabas. Ni que esgrimas el argumento 20, ahí, sin piedad: todo en ti fue naufragio. Que importa cuando sé que las marcas de mi cama en tu alma siguen ardiendo, cuando sé que el hueco de mi mente en tu sinrazón seguirá latiendo eternamente con su fuerza renacida. Porque sé, que por mucho que lo intentes, no lograrás jamás borrarme completamente de tu vida. Seré semilla paciente escondida entre tus pliegues, que en el momento más inoportuno volverá a germinar…

Por eso, quiero me digas amor, que no todo fue naufragar. Porque el verbo amar, es demasiado bello, porque el verbo amar no se puede controlar con la razón, porque el verbo amar se acabará imponiendo.

Dímelo, me va la vida en ello.

Neftalí

2 comentarios:

SolAR dijo...

No tengo más que decir, que te influye la belleza.

Este poema es bello.

Torrado dijo...

asias ;)