viernes, 27 de septiembre de 2013

Eva alumbrando un mundo que se apaga...

What a Wonderful World by Eva Cassidy on Grooveshark
Eva se dejó ver en 1963 y cantó. Cantó, cantó, cantó. Y cantó hasta que sus pulmones no pudieron cantar más. Y alumbró este mundo oscuro con una brizna de esperanza.

Eva tuvo que marcharse pronto. Casi por la puerta de atrás. Un año más joven que el propio Gustavo Adolfo. Se marchó tal como vivió, cantando...

Seguro que en algún lugar sobre el arcoiris, como un espíritu, una sonrisa o una oración, un pedacito de su mejor canción nos seguirá recordando que la vida es un milagro tan maravilloso como efímero...que la vida es un regalo innegociable... que la vida es un camino que hay que saber saborear instante a instante, sorbo a sorbo, paso a paso...

Eva... ¡gracias por todo lo cantado!
Over the Rainbow by Eva Cassidy on Grooveshark
Neftalí

P.s. http://es.wikipedia.org/wiki/Eva_Cassidy

martes, 24 de septiembre de 2013

Soñando tus sueños a través de mis ojos

Hubo cartas, muchas cartas, sino fuera porque el amor nunca es suficiente, algunos insensatos hubieran pensado que hasta demasiadas.

Julen, rebautizado Santiago, escribió a Talika, con su nuevo nombre Lara, tantas misivas que fue, ciertamente, imposible embotellarlas todas. Ni siquiera el bueno de Pablo logró rescatarlas a tiempo del olvido antes de partir.

Curiosamente, en estos días de un verano que se perfila tan largo como corto, merodeando a la Mar y sus entrañas, muchas notas despistadas de aquella historia acudían ruidosas a mis pies, como diciendo: Horacio, Horacio acaba lo que Pablo no pudo terminar de escribir.

Yo no quiero entrometerme. Aquel cuento fue el que fue. Si hasta le presté mi nombre a cierto personaje. Luego, mi mente blanda y mi corazón de niño, miran de nuevo al mar que con un guiño me espera paciente. Me agacho hasta sus lindes, toco la arena que huele a lluvia y en gesto que me recuerda a un beso, dejo que el océano me entregue esa botella que no supo, antes que ahora, aparecer.

La cojo en mis manos. La destapo, y empiezo a leer, otra carta de amor no numerada de un tiempo en el que Julen no tenía más ocupación que tejer una escalera por donde hacer escapar, esta vez si, a su correspondiente princesa:

Y luego el final...

Cíclicamente me empeño en recordar todas las vueltas que un destino insensible se empeño en obligarme a dar. Cada paso que me alejaba de ti. Incluso tu desaparición. 


En el fondo, como todo esto, versa sobre sobrevivir, nos conformamos pensando que seguir respirando tiene algo que ver con el hecho de estar vivos. Pero nosotros sabemos que vivir en otro camino que no es el nuestro es algo menos que estar en coma. 


El otro día me comentabas por carta, amor, que como es posible que el estar en contacto conmigo te haga sentir tan viva. ¿qué cómo es posible, me preguntas? Porque estás empezando a soñar tus sueños a través de  mis ojos. Porque estás empezando a atreverte a soñar que la felicidad que fue otorgada a otros también tiene sentido en tu cuerpo.


Algún día nos encontraremos. No hoy, ni mañana. Las cosas llevan su tiempo. Iremos vistiendo despacio, sin pausa pero sin prisa, las condiciones de un encuentro, punto comienzo de todo lo que nos queda por vivir. Tendremos que ser valientes, y tendremos que ser fuertes para dejarnos vivir sin miedos y sin la carga anónima de tantos años de sufrimiento. Pero llegará, Lara, llegará un día en el que no sólo mis cartas, sino también mis labios, sean los que te coman a besos.


T(ú) Santiago




El mago Basoalto