miércoles, 9 de mayo de 2007

Tacatá

Suerte de miriápodos que no saben que lo son o granitos de sal sobre el sudor que dejamos mientras miramos nuestras sombras reluciendo...

Dejo un botella al mar de los bites y las ondas... Presuroso, relojero, paciente... dejando que la susodicha ardiente me enseña a no esperar nada del altruismo recurrente... El camino se empina y me miro en las mismas suculentas formas de saltar...

Una baza a risas! El que mejor se lo pase invita a una ronda de sueños. y entre tanto desparrame desempeño el papel de consorte cojo de la reina de corazones, la ruidosa carta que entre vítores y alabanzas deja a la pobre Alicia tan perpleja como un campo neutro de tornasoles...

Primer componente, primer sustrato, primera morna... Para comprenderlo todo hay que aprender como los niños a dibujar el mundo sin buscarle sentido a ni uno solo de los trazos...

Primeros respiremos la incongruencia de nuestro cometido... Luego cuando comprendamos que nacemos en mitad de un desierto, entonces, es momento de empezar a dar los primeros pasos.

ya estamos preparados para regalarle al alma un tacatá...

Neftalí... (botellero acuoso)

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