viernes, 24 de abril de 2009

El otro lado...

Te miro. Te escondes detrás de una jara tal vez asustada de mi presencia. Sin saber por qué me escondo yo también, me pongo a buen recaudo, ¿recaudo de qué, de quién? Aparto mi charneca y observo como entre tus flores me observas.



¿Cuanto tiempo vamos a llevarnos así, mirándonos sin vernos, negando con la cabeza y la sinrazón, esperando a que cada otro cruce el charco, rompa las reglas y duerma por fin al otro lado?

Pero en lugar de usar la razón a favor de susodicha nos enroscamos en espirales que nos conducen a la zozobra antes incluso de mojarnos la suela del zapato. Y entretanto el sol que alumbra este milagro primero altea y luego se apresta a deslizarse mudo hacia el ocaso. Y después cuando ya no se vea será demasiado tarde para intentar cruzar a nado.


Y tú, ¿cuanto tiempo necesitas para cruzar al otro lado? ¿A que aguardas para sacar tu cuerpo de las jaras y comprobar que en la otra orilla quien te teme es quien te espera?

La vida es un milagro al que nos empeñamos en poblar con muros, alambradas, otros lados y fronteras... Cuando al fin nos limitemos a pasear sin miedo por cualquier parte descubriremos que el mundo y nosotros mismos somos más grandes de lo que alguna vez llegamos a imaginar...

Tan sólo hay que creer, soñar, reír... y por supuesto, después, andar

Neftalí

No hay comentarios: