jueves, 29 de octubre de 2009

Contigo

Detrás del arco iris sonreías. Detrás de tu sonrisa me dejaba polarizar. El spin de mis tentáculos casi se detenía, y tu realeza, de quien ya tiene todo hecho, te elevaba y te trascendía...

Aguardé lo suficiente para que hicieras un huequecito en el banco de tu plaza. Me senté a tu lado y te esperé.

En una de éstas dejaste una ventana entreabierta y pude contrastar tu fachada con tu verdad. No te voy a contar lo que vieron mis ojos porque hay secretos que nunca deben dejar de serlo, pero si te diré que en ese instante te vi liberada de ropa y de cuerpo, de fuego y de huesos, desnuda tal como eres...

Elijo la historia, el rincón, la forma. Decido que mis palabras no taladren el núcleo infranqueable que te conforma. Intento no sobrepasar las lindes para no ser expulsado del sueño de rozar tus labios con los míos. Intento ser un alma libre nadando a cinco metros de tu lado... Intento no sentirme atraído hacia tu núcleo ferromagnético (!quién dijo que eras un gas noble, que me lo como!), intento asirme a la cordura, pero no lo consigo...

Y es que no intento nada malo, sólo mirarte a los ojos, sólo cogerte la mano, sólo mostrarte el universo que tengo guardado debajo del mantel. Y quiero enseñarte tanto que me apresuro y tropiezo, y te riego de prisas y de alegrías, y te atropello con razones que de una en una pueden formar un manjar y que de mil en mil no pueden ser digeridas...

Y es que todavía las palabras se están formando en mi conciencia, es que aun necesito un rato de impaciencia para acostumbrarme a tu incierta serenidad...

torra

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, qué bien escribes. Chapeau! que diría un franchute...

Anónimo dijo...

Joder, qué bien escribes. Chapeau! que diría un franchute...