-Una vez, un rey celebró una fiesta. A ella fueron las princesas mas bellas del reino.
Un soldado que hacía la guardia... vio pasar a la hija del rey. Era la mas bella de todas, y se enamoró en seguida, pero...
¿Qué podía hacer un pobre soldado, en comparación con la hija del rey?
En fin, un buen día consiguió hablar con ella y le dijo que no podía vivir sin estar a su lado. La princesa quedó tan impresionada por su fuerte sentimiento que le dijo al soldado:
-Si consigues esperar cien días y cien noches bajo mi balcón, seré tuya.
Y a partir de ese instante, el soldado se fue allí y la esperó un día y dos, y diez, y veinte...
Y cada noche, la princesa le observaba desde la ventana, pero él no se movía nunca.
Con la lluvia, con el viento, con la nieve... siempre estaba allí, los pájaros se le cagaban encima, y las abejas se lo comían vivo, pero el no se movía.
Después de 90 días, estaba tremendamente delgado, pálido... al pobre le resbalaban las lágrimas de los ojos, y no podía contenerlas, ya no le quedaban ni fuerzas para dormir...
Mientras, la princesa, seguía observando...
y al llegar la noche 99, el soldado se incorporó, cogió la silla y se largó de allí...
Nuovo cinema paradisso
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