Reza la canción:
cada uno da lo que recibe,
luego recibe lo que da
nada es más simple, no hay otra norma
nada se pierde, todo se transforma...
En definitiva todo es tan simple como contemplar el mundo, de sentirlo y de seguirlo en su giro de forma natural...
En definitiva todo es tan simple como dejar que el mar que nos acoge, nos bañe y nos arrope en este nuevo amanecer...
Pero claro, no podemos dejar que todo sea tan sencillo como un suave fluir o una puesta de sol, no! Tenemos que acoplarnos al lado oscuro y pensar mal, eso nos encanta...
Hablaba con un amigo de siempre al que he conocido hace poco que la gente se encierra en sus mundos circulares y se protegen con llave como si la mezcolanza o el trasiego de virtudes o defectos fuera una infección a extinguir... Acaso como si para conocer a alguien tuvieras que pedir permiso a través del modelo 070 de petición de amistad bienintencionada... Y claro entre tanto papeleo nos perdemos y nos desencontramos... Ya no sólo es que seamos islas que decía el bueno de Miguel Campoviejo (Mike Oldfield para los conquenses) sino que ahora además las islas se encierran en islas que se escudan en islas y así hasta el infinito y más allá...
Por suerte, en el filo de las hojas y en el blanco de los caracteres caben suficientes formas sutiles de encontrar lo mismo de forma diferente... Por suerte abriendo el alma, las manos y la sonrisa se pueden encontrar a otros náufragos ansiosos como tú. con los que compartir razones, canciones e islas... Por suerte abriendo los ojos y mirando a las gentes con mirada sincera se puede comprender que tal vez sólo se apreste a dejarse conocer quien se lo merezca...
Basoalto
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