sábado, 12 de diciembre de 2009

Como si fuera la primera de las últimas cenas...

Entre los de siempre, como si fuéramos desconocidos, o entre los desconocidos de siempre...

Parecen siglos sin orillarme en vuestras aceras. Parecen destierros cumplidos desde que no acerco a vuestras orillas.

Y justo siguiendo el brillo de una estrella errante, en sus dos acepciones, y justo debajo de la ausencia del cielo vomitando copos de nieve y en su defecto exhalando niebla, justo entonces, plum, me aparezco yo, mezcla rara de penúltimo lingera o primer polizón del viaje a marte, me aperezco yo, con mi maleta de los sueños imperecederos y los dedos, limpios, eso sí, que se meten en los ojos de los espejos, como avisando sin tocar.

Prolongo mi ausencia de palabras a las miradas inquietantes que los maniquíes disparan desde los escaparates. Y otra vez delante, plum, de nuevo, cordura y represión. El oleaje que me trae en pedazos, como vigas de un barco que hace mucho zozobró.

Cada vez que he muerto he vuelto más joven, más guapo, más alto. Cada vez que morí, renací con los ojos más abiertos.

Y siempre después de que la lluvia me rescatara, una vez tras otra, de mi descanso bajo tierra, y siempre det´ras de la inundación que devuelve gramíneas a las tierras yertas, y siempre colgado del hecho de verme secuestrado de mi sepultura invariablemente por alguna excusa arbitraria, el canto de un ave o una fisura de luna, y siempre y digo siempre, me libera de mi cautiverio bajo tierra la ganas de seguir riendo, esas ganas que no cesan hasta que en encuentro un camino para volver aquí.

Ya no soy quien fui, así como espero que cada uno de vosotros haya encontrado un modelo reluciente en el que reencarnarse. Ya no somos quienes fuimos, pero un año más, como ayer, como cualquiera, un montón de viejos desconocidos nos dejamos engatusar por la ternura de recordar que hace millones de vidas fuimos jóvenes, fuertes y amigos.

Torra

1 comentario:

Susana dijo...

Volver una y otra vez a los mismos recuerdos, las mismas lágrimas y parecidos gestos... ¿Con qué fin?