martes, 24 de marzo de 2015

Magiando tango...

A veces no caben las palabras... 
A ratos comulgas con el universo, con la vida, con la alegría sin paliativos, sin frenos, sin reparos...
Hay instantes en los que conduciendo, te entregas por completo y cierras los ojos, y los entreabres para no chocarte, y te encuentras magiando tango, en mitad del mundo perfecto de quiero volver...

D'Arienzo acariciándonos la oreja y la cadena de huesecillos se abrazan y despojan de obligaciones y se ponen a bailar... 
La noche se pone, se apagan las estrellas, la luna y los soles, y acaso ya sólo queda una suerte de aurora boreal que nos protege y nos arropa...

Cada paso se convierte en aleteo, sutil, suave, delicioso, y a la vez concreto, salado, tangible, como si la música que viste capas de revolución, se convirtiera por momentos en sustancia y firme, suelo y cielo que nos mece como si fuéramos nonatos en el vientre...
Y al balanceo, se confunden los compases y el abrazo se pierde en el horizonte de la persona de enfrente, y durante el tiempo atemporal de lo que dura la tanda no somos ni uno ni dos ni medio, simplemente somos el bandoneón, el violín, el piano...

Y allá en lo alto, con los ojos todavía cerrados, nos miramos, cada uno a cada otro, y nos sonreíamos en un abrazo imposible que sólo el tango puede llegar a explicar... 
Y nos dejamos llevar, vencer, sucumbir, cada cual en cada otro, y el universo entero se vuelve a dibujar...

Y sin saber cómo ni por qué, en el tiempo infinito que dura el ultimo compás, regresamos al mundo de sopetón... 
Y nos quedamos con los pies temblando, sin entender lo que ha pasado, pero sabiendo, que de donde quiera que hayamos estado volvemos reforzados, y aunque cada danzante sigue siendo él mismo, sentimos que hemos trascendido a algo más puro, más grande, mejor...

Gracias música, gracias tango, y gracias a la vida, 
que, como dice la canción, nos sigue dando tanto...

Basoalto.

viernes, 20 de marzo de 2015

OK Go!

Todo empezó con este vídeo.



Se llaman OK Go, y son una banda de música originaria de Chicago, liderado por Damian Kulash. Grabaron su primer disco, también llamado OK Go, en 2002, teniendo buena acogida, sobre todo en Reino Unido. No obstante, fue con su segundo disco, "Oh, no" y a raíz del lanzamiento del vídeo que encabeza esta entrada cuando empezaron a adquirir cierta popularidad. De hecho, fue el vídeo más visto en youtube hasta ese momento con 9 millones de visitas. La coreografía fue obra de la hermana del cantante, Trish Sie, y está grabado en el patio trasero de su casa.

El 31 de julio de 2006, la banda lanzó un video de "Here It Goes Again", siendo la coreografía un baile sobre cintas de correr ideada, de nuevo, de la hermana del cantante.

El clip rompió todos los registros de visitas hasta ese momento y ganó el grammy al "Mejor Video Musical Corto-Forma" en 2006



Desde entonces, sus vídeos musicales son creativos a más no poder, atreviéndose con un efecto domino gigantesto en 2010...



vídeos a base de fotografías (el vídeo precisó más de un millón de fotogramas), y un simpático pato siguiéndolos a partir de la mitad de la canción...



coreografías con perros, como el vídeo anterior, también en 2010...



vídeos donde la música es generada por un coche al golpear distintos obstáculos, incluidos instrumentos musicales (2012)...



una espectacular coreografía de tango, que como asiduo de milongas reconozco que tiene una calidad técnica impresionante (2013)...



efectos visuales (2014)...



o una multitudinaria coreografía con chicas japonesas y paraguas, donde al final te quedas preguntándote si está hecho o no por ordenador... una pasada lanzada en octubre de 2014...



No son todos los que son, pero si una muestra representativa de un grupo que va más allá de la música para convertir sus canciones en obras de arte audiovisuales.

Torrado

jueves, 5 de marzo de 2015

Hasta la victoria siempre...

Hasta la victoria nunca... 
Hasta la victoria...

¿Cuándo dejaremos de necesitar batallas, derrotas y marchas triunfales? 
¿Cuándo dejaremos de pensar que nuestros argumentos merecen ser distribuidos como verdaderos, a diestro y siniestro?
¡Cuándo aprenderemos!

Ni mis verdades son mejores que las tuyas, ni tus motivos superan a los míos.

Tú no intentes obligarme con sangre a retirarme a las llanuras invernales.
Yo no te empujaré con nimiedades terminadas en punta de diamante, a retroceder hasta donde dejas de ser.
Tú no me obligues a callar a voces mis secretos.
Yo te prometo que intentaré no olvidarme de tus sueños...

¿Y si acaso nuestras razones se enfrentaran? 
¿Y si pretendemos habitar el mismo tiempo y el mismo espacio con dos músicas distintas?
¿Qué hacemos? 
¿Sucumbimos al caos engendrado, o por contra, nos volvemos humanos e intentamos subir el volumen de la nuestra, o acallar la que no nos gusta?


Hasta la victoria siempre. 
Pero la mayor victoria es saber encontrar acuerdos. 

Y ya lo sé. No siempre es posible, y llegado el momento tienes que decidir si mirar para otro lado y fingir que nada se puede cambiar, o reclutar un puñado de soñadores y desembarcar en la Sierra Maestra...

Y ya lo sé... No siempre se puede encontrar ese equilibrio que permite escuchar en sucesivos lapsos o intervalos, las distintas melodías...

Y ya lo sé, hay veces, que no hay más salida que buscarse otro rincón donde poder escuchar tu música. 

Y ya lo sé, otras veces, no queda más remedio que dejarse la piel y hasta la vida...

Y ya lo sé, incluso hay veces en lo que lo más sensato es dejarse perder...


Pero lucha hasta al final y encontrarás la mejor de las salidas.
Pero luchemos hasta el final, codo con codo, mirándonos a los ojos... y encontraremos la puerta de la espléndida ciudad escondida...
hasta la victoria siempre... 
porque la mayor victoria siempre será el llegar, por fin, a entendernos...

Neftalí.