miércoles, 5 de agosto de 2009

200


Conforme la noche se fue poniendo, el valiente soldado vestido de uniforme fue recordando tantas cosas que casi le parecía mentira todo lo sucedido. En la distancia brumosa del recuerdo todos los trances afortunados o rastreros aparecen dulcificados por la suave luz de la nostalgia...

Hoy se cumple la entrada 200, el día 200 después de que decidiera esperar a su amada debajo del balcón... Después que todo acabara como acabó, después de verse forzado a utilizar la segunda ventaja, después de reinventarse a él mismo, y de reinventar su historia, después de tantos batacazos, al fin, se encontraba allí, junto a ella, con su princesa durmiendo apoyada en su torso, sonriendo plácido a la ciudad que duerme...

Y mientras los grillos recuerdan sus sinfonías, y las luces de las casas se van apagando dejando solas a las farolas fieles al trabajo encomendado. Mientras los habitantes se van durmiendo uno a uno, Lázaro espachurra a Lucía entre sus brazos, como protegiéndola del tiempo en el que no estaba tan claro que sus destinos acabaran entrelazados... Y así, los dos en uno, como uno en dos, con una sonrisa en el semblante y el alma completa, el valiente soldado de un cuento cualquiera viene a recordarme que siempre quedan argumentos para volver a creer, motivos y derroteros ocultos con los que reinventar ese final que no debió ser...


Neftalí

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