sábado, 8 de agosto de 2009

A la luz de la morera...


Tengo un gusano de seda
que me quiere y que me anhela.

El no lo clama por doquier,
pero yo lo sé
porque las verdades más sinceras
no necesitan palabras.

Tengo un gusano de seda
lo sostengo en mi regazo
mientras escruta el horizonte en busca
de sus incuestionables hojas de morera.

El pobrecito mío no sabe cuanto lo quiero
ni sabe cuanto me esmero
por limpiarle la cajita de tabaco.
El actúa como si lo de fuera de sus dominios
no existiera...

Tengo un gusano de seda
que me quiere y que me espera.

Un gusano prodigioso que sabe lo que es el mundo
y piensa, agradecido, que soy su dios.
Sus hermanos se ríen y le dicen que está loco,
sus hermanos piensan que en la tierra
se nace con un futuro prefijado:
se existe para comer hojitas tiernas.

Pero el aspira a ser algo más
el aspira a ser mi amigo confidente gusano,
a pasear orgulloso, digan lo que digan, por mi brazo
y quien sabe, tal vez algún día, hasta volar...

Lo importante no es lo que eres, ni lo que tienes, ni lo que haces,
lo importante, ni mucho menos, es lo que ves,
lo que nos hace capaces, libres e inmortales
lo que nos hace al cabo diferentes
es nuestra capacidad, en algunos atrofiada, de creer...

Tengo un gusano de seda
que me quiere y que se enreda.

Una noche de estas cuando descubra
la efímera mariposa que lleva dentro,
me lo llevaré volando conmigo,
y descubriremos juntos el universo...


Torra

2 comentarios:

SolAR dijo...

¿Crees que el gusano no sabe que es una mariposa???....

Torrado dijo...

lo que realmente me preocupa es cuando se de cuenta que las mariposas de los gusanos de seda no pueden volar... a no ser que yo le enseñe... jajaajaj