viernes, 8 de agosto de 2008

Saltando...

Cuando era niño (y no tan niño) solía dedicar los cortos periodos de tiempo en la cama de los que disponía antes de entrar en el sueño profundo, a imaginar historias.

Intentaba una continuidad en dichas historias, ideando sólidos argumentos que se enlazaban como buenamente podían una noche con la siguiente...

Aunque supongo que debió haber varias "series" hay dos de ellas que me llevaron más tiempo y me robaron más sueño. Una era de una nave espacial, la típica y clásica oposición de buenos y malos. Lo que más me llamaba la atención era la importancia que le daba entonces, aún sin conocimientos científicos sólidos, a las fuentes de energía, porque recuerdo que la nave nodriza de mis cuentos tenía un núcleo de fusión que permitía poner en marcha sofisticados sistemas de defensa y de regeneración de paredes y cableado...

La otra historia era de un superhéroe que con un generador de energía portátil poseía un traje con una coraza invisible invulnerable desde el exterior. Como no hay superhéroe sin talón de Aquiles, este personaje cada x años debía proveer a su generador de combustible.
Lo más curioso no obstante de este personaje, es que era un justiciero "a la cara". Puesto que con su traje no había manera humana de pararle se podía personar delante de las hombres más malos y/o poderosos y "disuadirlos" de que cambiaran su actitud... lo cual traía unos conflictos éticos al amigo y a mi mismo de cuidado, puesto que, pudiendo actuar con total impunidad,¿¿¿resultaba ético forzar a otras personas a hacer cosas que según la voluntad del héroe (intrínsecamente bueno) fueran lo correcto???

El otro día, ya digo, urgando en alguna circombolución oxidada me encontré estas dos historias y me dije, porque no rescatas una de las dos y la dejas crecer a su libre albedrío, saltando del blog a una hoja de papel, de aquí a un correo, a una lista de distribución, o un foro... Una historia continuada que se difumine en los mares de los medios... Ya veré. De momento me quedo con rescatar estas historias para "sí" dormir, del olvidado recuerdo.

Torra

No hay comentarios: