miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cuando todo está perdido...

Y uno sabe que a veces necesita morir para volver a nacer... 
Y uno sabe que a veces este paréntesis que llamamos vida, es una sucesión de pequeñas muertes...

E incluso la conciencia de que todo está escrito y todo tiene que ocurrir de aquella forma, no es suficiente para mitigar el miedo de perder el control...

Y sin embargo, ese es mi siguiente paso, mi siguiente lección. Al igual que el Principito tuvo que bajar los brazos y dejarse picar por una serpiente, al igual que el marinero tuvo que dejar que lo arrastrara la marina corriente, al igual que el maestro de maestros, humanista o santo, que igual da, tuvo que dejarse crucificar, al igual, hay ciertos momentos en la vida de cualquier hombre en los que no le queda otro remedio que claudicar, porque sabe que todo lo que pudo hacer fue hecho...

La nave supersónica que pueda salvarme, vendrá o no... y sabré que estoy preparado para morir cuando eso, por fin, deje de importarme...

Por que aunque uno sepa que a veces es necesario morir para volver a nacer, el miedo a lo desconocido siempre intenta convertirnos en cobardes...

(esta vez lo lleva crudo)

Neftalí

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