viernes, 6 de julio de 2007

preposiciones

Por y para, vos:

Porque como vine me iré
sin decirte adiós
sin llorarte
sin dejar siquiera que me llores...

No volveré jamás a habitar tus silencios
y unos siglos después ni habitarás los míos...
dejaré que mi alma se desangre como río
desde la arena al mar, desde el mar hasta hasta la gran barrera...
Desarmaré tu misterio en una piedra
y después esconderé las piezas que mantenían unidos
tu corazón y el mío.

Será como un temblor sumergido, silencioso y lento
que me acabará barriendo como hoja seca de tu mapa...
Ya no quedarán trucos de mago, ni medias mentiras,
ni verdades enlatadas...
Ya no quedarán ni pensamientos, ni constelaciones,
ni yacimientos, ni vacaciones de las que conversar...
no quedará nada
acaso el sabor a sal y palmera cortada que transpiro...

Y pese a todo te llevaré conmigo,
porque allá al olvido peregrino al que regreso,
allá en el más allá,
mantendré siempre como una llama inextinguible,
como un secreto y condición sine qua non
la gente que fue mía
esa gente que siempre lo será.

El mago Basoalto

(formas secundarias de poemar despedidas)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Despedirse es algo que se puede hacer con estilo y, como bien demuestras, con belleza.

MJ.