jueves, 6 de septiembre de 2007

matando moscas

Mientras tanto el programa seguía compilándose y yo no podía hacer otra cosa que esperar. Demasiado recursos dije, al ver que la pantalla languidecía y se dibujaba línea a línea con la parsimonia del que sabe que llega tarde y por más que corra seguirá estando a deshora.

Tal vez si invertimos la polaridad de tiempo, si desandamos palante, si avanzamos patrás en el trayecto tengamos destiempo para pensar en todas esas pequeñas cosas que se van marchitando por falta de sol, cariño y pensamiento...

Uno se cree
Que las mató el tiempo y la ausencia
Pero su tren
Vendió boleto de ida y vuelta
Son aquellas pequeñas cosas
Que nos dejó un tiempo de rosas
En un rincón,
En un papel,
O en un cajón.

Como un ladrón
Te acechan detrás de la puerta.
Te tienen tan
A su merced
Como hojas muertas
Que el viento arrastra allá o aquí,
Que te sonríen tristes y
Nos hacen que
Lloremos cuando nadie
Nos ve.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡viva el amor!

¡yuhuuuuuuu!