jueves, 9 de julio de 2009

El parquecillo

He aquí el origen de todo, el comienzo de todo, el principio.

En este parquecillo, hará tantos años, unos y otros decidimos si seguir creciendo albergando al niño dentro o si crecer iba a ser un proceso que extirpara nuestra infancia de los ojos.

En el fondo la vida es un conjunto de decisiones que nos llevan y nos traen, que nos elevan, nos zancadillean o nos disponen a llegar más alto o menos, a atravesar las puertas que inquietas están esperando por nosotros...

Y luego están los derroteros, las divisiones, la expansión. Todos los que aquellas noches frecuentábamos ese parque, sin saber que eso que montábamos algún día se llamaría botellón, salimos despedidos cada cual en nuestra propia dirección...

El otro día pasé por allí. El parquecillo seguía inmutable como si los años no pasaran por él. Y yo como un tonto me puse a recordar aquellas noches donde todo era tan fácil como agarrar un vaso de zumo de frutas del bosque y pasarte la madrugada cantando, riendo y bebiendo, donde lo rojo era rojo, lo blanco era blanco y lo negro era negro...

Torra

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