miércoles, 27 de mayo de 2009

Lavoisier.



Y te preguntarás: ¿qué tiene que ver la química con todo esto?

Y te responderé: La magia tiene que ver con todo...

Después nos echaremos las manos por encima de los hombros, como amigos de toda la vida, y sin importarnos un carajo que hace sólo 2 minutos que nos conocemos, nos quedaremos cantando bajo los soportales canciones de otros tiempos, reiremos hasta destemplar a las estrellas que impertérritas nos miren desde el cielo y brindaremos de bar en bar, hasta el amanecer...

Antes, una serie de imprecisos desenlaces. Ya sabes el destino que subyace y brota de los huesos de la fruta que a la gente incomoda y que por eso tiran por al ventana y a la basura.

Mucho antes, una nota rota encima del asiento de un metro y casi sin quererlo, plum, te busco un contexto donde sonreír, donde dejar el nombre grabado para luego...

La vida son estas cosas que nos pasan mientras tenemos nuestra atención pendiente del debo o no debo. La vida es ese conjunto de notas que se adentran imprudentes en nuestro devenir. Si conseguimos durante un instante comprender el engranaje, si por un solo segundo llegamos a imaginar al mundo tal como es, desnudo, sin ropa, si esperamos lo suficiente como para descubrir que las personas que prejuzgamos delincuentes son sólo zorros o principitos o rosas a la espera de ser domesticados, de entre las hojas muertas y por las esquinas las sonrisas empezarán a brotar como lluvia de la que alegra cuando moja, y cualquier situación tendrá un pretexto para hallar amigos, hermanos, compañeros...

Pensemos bien, pensemos.


Basoalto

domingo, 24 de mayo de 2009

Bandoneón

Me jode confesarlo
pero la vida es también un bandoneón
hay quien sostiene que lo toca dios
pero yo estoy seguro que es troilo
ya que dios apenas toca el arpa
y mal

fuere quien fuere lo cierto es
que nos estira en un solo ademán purísimo
y luego nos reduce de a poco a casi nada
y claro nos arranca confesiones
quejas que son clamores
vértebras de alegría
esperanzas que vuelven
como los hijos pródigos
y sobre todo como los estribillos

me jode confesarlo
porque lo cierto es que hoy en día
pocos
quieren ser tango
la natural tendencia
es a ser rumba o mambo o chachachá
o merengue o bolero o tal vez casino
en último caso valsecito o milonga
pasodoble jamás
pero cuando dios o pichuco o quien sea
toma entre sus manos la vida bandoneón
y le sugiere que llore o regocije
uno siente el tremendo decoro de ser tango
y se deja cantar y ni se acuerda
que allá espera
el estuche.

M. Benedetti

lunes, 18 de mayo de 2009

Hasta siempre, amigo, hasta siempre...

El mar es un azar, la vida es una ruleta que gira y nos mueve como pelotas redondas de rojo a negro, par e impar. Y entre salto y salto nos sale la risa, la magia, la pasión, la alegría, y entre salto y salto sin querer nos salta el dolor, y el destierro, y la rabia...

El mar es un azar cantaba Benedetti. Desde que comenzamos este blog un asiduo compañero de camarote y de viaje... Un compañero que se acabo confundiendo con la tarde, con los geranios, y con las rayas imperturbables de los aviones en el cielo. Porque no importa que una llama, una vez consumida su vela, se apague, lo que realmente importa es dejar marcada con nuestra sangre, a golpes de uñas y dientes, el alma del mundo...

De vez en cuando deambulo, o duermo, o lloro, o río. De vez en cuando habitando algún silencio o algún camino, miro al tronco de una roca, y encuentro escrito algún verso imborrable de mi amigo, y entonces me alegro, por que el supo aprovechar este regalo que es la vida, para dejarnos sembrada la vereda de belleza... y de alegría...

ARCOIRIS

A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea

sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo

sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente

y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía

llorar
sólo llorar

entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.

Gracias, por dejarnos tanto que comer...

ToDos

domingo, 17 de mayo de 2009

Cosas que hacer contigo con cualquier pretexto...

Hablar, compartir, reír, subir, bajar, entrar, salir, saludar, jugar, prometer, incordiar, permitir, estipular, negociar, claudicar, empatar, derrochar, ganar, ganarte, perder, perderte, rumiar, rumiarte, tocar, tocarte, coger, cogerte, inventar, salpicar, sincerar, leer, leerte, aplaudir, contemplar, contemplarte, resucitar, inmolarnos, recaudar, liberar, sonreír, concretar, desmadejar, dibujar, dibujarte, bacilar, bailarte, conseguir, conservar, componer, sazonar, zarandearte, regalarme, regalarnos, bailar, danzar, elevarnos al cubo, fantasear, alegrar, alegrarte, galopar, gozar, girar, guardar, gritar, hacer, hurgar, bautizar, personalizar, ñoñear, manosearte, nevar, llover, solear, pescar, enredarte, palindromar, escarbar, beber, chuparte, endulzar, mostrar, razonar, pulsar, llevar, llegar, llegarte, limpiar, ensuciarte, despertar, despertarnos, romper, descubrir, arrebolar, titilar, cantar, gustar, constipar, contestar, mejorar, musicar, saltar.

Abrir, llenar, llenarte, llenarnos, explotar...

Encontrar, volver, quedarnos, amanecerte...

Abrazarte, comprenderte, conocerte, compartirte, quererte, amarte, besarte, liberarte...
domesticarte...

Porque sólo se conocen las cosas que se domestican...
Porque el amor nos hará libres
Porque uno sólo conserva lo que no amarra...

Neftalí

viernes, 8 de mayo de 2009

Capitulo XXI

Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se dio la vuelta, pero no vio nada.
—Estoy acá —dijo la voz-, bajo el manzano
—¿Quién eres? —preguntó el principito—. ¡Eres muy lindo!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de reflexionar, agregó:
—¿Qué significa "domesticar"?
—No eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen fusiles y cazan. ¡Es muy molesto! También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
—Es una cosa demasiado olvidada —dijo el zorro—, significa "crear lazos... "
—¿Crear lazos?
—Sí —dijo el zorro—. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
—Empiezo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que me ha
domesticado...
—Es posible —dijo el zorro—, en la Tierra se ve toda clase de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si tú me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. !Es bien triste!. ¡Pero tú tienes los cabellos color de oro.Cuando me hayas domesticado, !será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien lo quisiera —le respondió el principito - pero no tengo mucho tiempo. tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Y como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
—¿Qué hay que hacer? —preguntó el principito.
—Hay que ser muy paciente —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba; yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito.
—Hubiese sido mejor venir a la mima hora —dijo el zorro—. Si vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me
sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré el precio de laa felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día sea
diferente a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, voy a llorar.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, no deseaba hacerte mal, pero quisiste que te
domesticara...
—sí —dijo el zorro.
—¡Pero vas a llorar!, —dijo el principito.
—¡Sí! - dijo el zorro
— Entonces, no ganas nada.
—Gano —dijo el zorro— por el color del trigo.
Y luego agregó:
—Ve y mira nuevamente a las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
—No sois en absoluto parecidas a mi rosa. Nadie os ha domesticado y no habéis
domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. no era más que un zorro semejante a otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentieron bien molestas:
—Sisn muy bellas, pero estáis vacías -les dijo todavia-No se puede morir por vosotras. Sin duda un transeunte común creerá que mi rosa se os parecer. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que ella es la rosa a la queyo he regado. Puesto que ella es la rosa a quien pues bajo el globo. Puesto que ella es la rosa a la que abrigué con el biombo, puesto que ella es la rosa cuyas oruga maté (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) Puesto que ella es la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
—Lo esencial es invisible a los ojos —repitió el principito a fin de acordarse.
—El tiempo que dedicaste a tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
—Es el tiempo que dediqué a mi rosa... —repitió el principito a fin de acordarse.
—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. Eres
responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
—Yo soy responsable de mi rosa... —repitió el principito a fin de acordarse.

Antoine de Saint-Exupery

miércoles, 6 de mayo de 2009

Hombre de ciencia, hombre de fe...



Allá donde se cruzan los caminos...

Hace tiempo que ya no espero al por qué, a tener todo atado antes de iniciar la búsqueda. Simplemente me levanto y voy, y escucho y hablo si mi voz lo clama, y callo si mi grito hubiere de caer en tierra estéril sin agua ni ganas.

El camino se extiende infinito delante de mis ojos. Aun me queda todo o casi, pero me siento afortunado de tener camino, de saber que se extiende delante mía paciente y culpable de mi felicidad. Gasté muchos de mis koans en descubrir que todo estaba aquí, que lo único que tenía que hacer es aprender a ver... y no, nadie dijo que fuera fácil un verbo con tan pocas letras...
Gasté muchas de mis fuerzas en descubrirme y ahora que medio adivino de que soy voy a quitar el papel que envuelve al paquete y brillar para alumbrar a todos los que me acompañan con sonrisas y guiños en este viaje...

Soy sol, candela eterna donde saltan fogonazos. Y de vez en cuando algún corazón que se salta la comba. Y de vez en cuando la risa que se salta la prisa y la derrota y obliga al autobús entero a "felicizar" acompasados. Y de vez en cuando miro por la ventana y encuentro que mi casa, mi isla, es lo de fuera, y corro riendo como un loco sin que nadie pueda saber con certeza el origen de tanta energía...

Y no me importa no saber el motivo a priori. Tal vez la conciencia del regalo que es la vida, como a Pablo (el cantautor, y el guerrero) me de alas. Porque estoy dispuesto y convencido y allá donde vaya voy a poner toda la carnaza en la alegría. Porque es la mejor forma, porque es la mayor norma, porque es la única esperanza y tal vez la última salida que nos queda.

Y reiré más alto hasta hacer que llueva y mi tormenta no os moleste porque será lluvia que seca y que retoña, que enfoca y rejuvenece, que os permita volar hasta más allá del mar... Y mi sonrisa sonará a música y a calma y mi humedad a agua y a pan...



Hubo un tiempo en que euclides era insuperable. Luego llegaron Riemann y Lobachevsky e inventaron geometrías en las que las paralelas coinciden al menos en un punto...

Y ahí, en ese cruce, sentado, con un café y una sonrisa, leyendo a Pessoa o Galeano, espero que nuestras alegrías nos sirvan a cada otro, para crecer un poquito o al menos para recargarnos...

Torra

lunes, 4 de mayo de 2009

Demasiado

Una semana es demasiado, hasta para mi pobre alma de cántaro, para mirar sin verte. Me estaba acostumbrando a ti. A tus besos, a tus mentiras, estaba incluso empezando a imaginar tus realidades. Será que el arte de desprenderse de las hojas de los árboles como rocío lo tienes dominado a la perfección...

De cualquier forma yo no puedo exigirte nada, ni pedirte cuentas. Cuando por la noche cruzas la puerta de mi habitación o invades mi sala de estar por la ventana. Cuando te apareces, guadianera como pocas, cuando más te necesito o cuando menos me lo espero, sólo tengo tiempo de sacar la pelotita que te guardo preciosa entre los dedos, o en el cielo de la boca, mando a mis musas a dormir, y me explayo en el preciado arte de tu prosa...

Y luego cuando te marchas, la voz de mi tinta se queda sorda y te recuerdo con hambre. Y cuando te marchas me cuesta mil noches volver a ser el Robin Hood que se desliza por los bosques en busca de las propinas de amor prestado que las damas caprichosas simulan no querer dar a los pobres... Así cuando te marchas cada segundo se vuelve una semana y aunque colgado de la estela que te precede y te corteja, comprendo que el concepto demasiado tuvo que ser acuñado para describir el tiempo que dura tu ausencia.

Heleu