martes, 28 de abril de 2009

¿Semiquitada o semipuesta?

Te recuelgas desde el ángulo muerto que me atrae y me quema,
te desnudas expuesta a sucumbir sirena
al "enviste" de mis sargazos y mis corales
luego te arrepientes y te escapas coqueta
con una toalla semiquitada,
o siendo pesimista,
semipuesta...

Te resarces de mi angustia con tu cuerpo,
y yo no puedo, ya no puedo seguirte más sin colmarte...
simplemente te deseo, deseo asirte y volarte como a una cometa,
deseo tomarte e ir rellenando tu crucigrama
esquina a esquina, letra a letra,
deseo apoderarme del secreto que te conforma
como niña, como madre, como ángel, como diosa...

Te pido que pares y te sonrojas:
parece que la toalla se quedó enganchada en la cornisa
y ahora no quedan más secretos que las hojas
de vid o de higuera del pecado original.
Te acercas a mi lado y calmas mis ansias con pecado.
Me cierras los ojos con un beso y me permites todos los excesos
menos el vicio, equivocado de lugar y hora, de dormir...

y entre descuido y carcajada
encendemos la noche, la madrugada con calor y vino,
con sudor y alegría...
y mientras respiras y tomo una pausa para respirar yo también,
utilizas el intermedio en el canto de una rana para sigilosamente
descolgarte por el balcón a la calle
y desaparecer...

Me quedo mirando tu estela frente al sol que nace sobre el mar...
será que eres una quimérica sirena
mezclada con vampiresa, ajo y pan...
será que eres un ángel que cada mañana
con el alba ha de volver a su panal!!!

Neftalí

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