miércoles, 3 de octubre de 2007

Dejame que te cuente limeña...


Déjame que te cuente limeña,
déjame que te diga la gloria,
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda.

Déjame que te cuente limeña,
ahora que aún perfuma el recuerdo,
ahora que aún se mece en un sueño
el viejo puente, del río y la alameda.

Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba la flor de la canela,
derramaba lisura y a su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba,
del puente a la alameda.

Ay deja que te cuente morena mis sentimientos....
Dejame que te prenda la mano, dejame que te lleve a la fuente, donde siempre paciente acaba por romperse los cuentos de la lechera. Dejame que te tiemble la mano, dejame que suspire tu acento, dejamé que te teja en un verso, caricias de mil años de pensamiento. Dejamé que te coma los ojos, dejame que me alumbre tu noche, que la vida que sin vida se derrama nos coja por sorpresa siempre riendonos. Dejame que te escriba en un lienzo, dejame que te sople una esquina, que te doble en un pliegue de pañuelo, que robemos una pajarita de papel y que escapemos, a lomos de su espalda al país del sueño...

Dejame que te cante y te mire, dejame que te quiera y me quieras, dejame subirme a tu falda y bajar tus escaleras, dejame pasar todas las noches como si fueran repeticiones al alza de la noche primera.

Neftalí.

1 comentario:

Limberg dijo...

Aguante Neftali, el viejo cabrón que hizo mucha mierda, y además poesia.